miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cotilleos. No son más que una inofensiva forma de entretenimiento. Son charlas sin sentido que se basan en una amable ficción, son sucias especulaciones que se basan en hechos que no son nada agradables. ¿Cómo podemos protegernos de la venenosa picadura de unos cotilleos? La mejor forma es decir la verdad y esperar a que la gente empiece a hablar de otra persona.



viernes, 9 de septiembre de 2011

Dicen que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta siempre llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua que pasa no mueve molinos. También dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que segundas partes nunca fueron buenas, que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que querer es poder y hace más quien quiere que quien puede, pero que quien todo lo quiere todo lo pierde, además que de donde no hay no se puede sacar. Que quien no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue.
 Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero que a quien madruga Dios le ayuda. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura. Que no hay mas ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oidos sordos pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la confianza da asco. Y que quien no corre vuela, que ya se sabe que las apariencias engañan y que por supuesto que no es oro todo lo que reluce. Y mira que quieres que te diga si quien avisa no es traidor, que si te e visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto. Que más vale solo que mal acompañado.